El Late Matcha. Hace poco he cambiado hábitos alimentarios y el late matcha ha substituido el café. Cuando me mudé a Alemania mi padre bromeó advirtiéndome que se me habían acabado los cortados. En España es costumbre quedar con los amigos a tomar un café y pasarse la tarde hablando. ¡Ni se lo imaginaba que acabaría dejando el café!
Las flores. En mi casa siempre hay flores frescas y plantas en la ventana. Su belleza me inspira.
Reír a carcajadas. Es algo que me sale con facilidad cuando hablo con mis amigas y juego con mis hijos.
Mis hijos. Sara y Rafael. Ellos me enchufan directamente a la corriente.
Escribir diarios. Empecé a escribir mi diario a los 16 años, en pleno existencialismo adolescente. Lo he recuperado hace poco y escribo a pluma. Me encanta compartir con mi hija mi pasión por la tinta y las plumas.
Enviar y recibir cartas. Lo hago menos de lo que quisiera y todavía recuerdo aquellas de seis folios que me costaban un sello doble porque pesaban más de la cuenta.
Ir en bicicleta. Me encanta sentirme libre y observar las pequeñas cosas que me encuentro en el camino.
Cuidarme y cuidar. De la salud y la alimentación de mi familia. Procuramos tomar decisiones a favor nuestro y del planeta.
El mar. El mar me aporta paz y calma, me transforma.
Compartir conversaciones contigo. Sí, dar clases, acompañar a mis cómplices culturales, clientes y en definitiva, me llena de energía escuchar y aprender mientras compartimos conocimientos. Las relaciones humanas.
Escuchar la radio. En casa somos de tradiciones vintage y nos despertamos sintonizando la radio.
Cantar y bailar. Puedo hacerlo perfectamente sola pero acompañada es un placer doble.
Un buen jamón ibérico. Mi madre me los envía de España y eso es vida.
Un te quiero de mis hijos. Eso, más que llenarme de energía, me eleva al séptimo cielo.
Leer. Me encanta leer porque aprender me llena de vitalidad. Blogs, artículos de todo tipo y libros. Soy muy de poner notas al pie. Si te presto un libro, verás que lo subrayo y lo escribo con lápiz. Mi hora es antes de ir a dormir.
El Late Matcha. Hace poco he cambiado hábitos alimentarios y el late matcha ha substituido el café. Cuando me mudé a Alemania mi padre bromeó advirtiéndome que se me habían acabado los cortados. En España es costumbre quedar con los amigos a tomar un café y pasarse la tarde hablando. ¡Ni se lo imaginaba que acabaría dejando el café!
Las flores. En mi casa siempre hay flores frescas y plantas en la ventana. Su belleza me inspira.
Reír a carcajadas. Es algo que me sale con facilidad cuando hablo con mis amigas y juego con mis hijos.
Mis hijos. Sara y Rafael. Ellos me enchufan directamente a la corriente.
Escribir diarios. Empecé a escribir mi diario a los 16 años, en pleno existencialismo adolescente. Lo he recuperado hace poco y escribo a pluma. Me encanta compartir con mi hija mi pasión por la tinta y las plumas.
Enviar y recibir cartas. Lo hago menos de lo que quisiera y todavía recuerdo aquellas de seis folios que me costaban un sello doble porque pesaban más de la cuenta.
Ir en bicicleta. Me encanta sentirme libre y observar las pequeñas cosas que me encuentro en el camino.
Cuidarme y cuidar. De la salud y la alimentación de mi familia. Procuramos tomar decisiones a favor nuestro y del planeta.
El mar. El mar me aporta paz y calma, me transforma.
Compartir conversaciones contigo. Sí, dar clases, acompañar a mis cómplices culturales, clientes y en definitiva, me llena de energía escuchar y aprender mientras compartimos conocimientos. Las relaciones humanas.
Escuchar la radio. En casa somos de tradiciones vintage y nos despertamos sintonizando la radio.
Cantar y bailar. Puedo hacerlo perfectamente sola pero acompañada es un placer doble.
Un buen jamón ibérico. Mi madre me los envía de España y eso es vida.
Un te quiero de mis hijos. Eso, más que llenarme de energía, me eleva al séptimo cielo.
Leer. Me encanta leer porque aprender me llena de vitalidad. Blogs, artículos de todo tipo y libros. Soy muy de poner notas al pie. Si te presto un libro, verás que lo subrayo y lo escribo con lápiz. Mi hora es antes de ir a dormir.
Después de estudiar Traducción e Interpretación en la Universidad Autónoma de Barcelona hice el Máster Universitario en Formación del Profesorado de Educación Secundaria (Lengua y Literatura Española).
Tras mi experiencia en Alemania y trabajar para las primeras empresas, cursé el Postgrado de “Especialista en didáctica del español de los negocios” en la Universidad Complutense de Madrid.
En el Instituto Cervantes, he hecho varios cursos de enseñanza del español como lengua extranjera y te confieso que no dejo de hacerlos. Me gusta estar al día y seguir aprendiendo para acompañar mejor a mis clientes y cómplices como tú.
Después de estudiar Traducción e Interpretación en la Universidad Autónoma de Barcelona hice el Máster Universitario en Formación del Profesorado de Educación Secundaria (Lengua y Literatura Española).
Tras mi experiencia en Alemania y trabajar para las primeras empresas, cursé el Postgrado de “Especialista en didáctica del español de los negocios” en la Universidad Complutense de Madrid.
En el Instituto Cervantes, he hecho varios cursos de enseñanza del español como lengua extranjera y te confieso que no dejo de hacerlos. Me gusta estar al día y seguir aprendiendo para acompañar mejor a mis clientes y cómplices como tú.